viernes, 9 de diciembre de 2011

... ISABEL PINTOR (Julio 2011)



Despacito y sin hacer ruido, “Camas y mesas” ha ido recorriendo un largo e importante camino teatral. Se estrenó en 2010, en la Sala Triángulo. Gracias al éxito de público y crítica pudo dar el salto hacia el teatro comercial, donde ha permanecido hasta formar parte de la programación de los Veranos de La Villa 2011. Isabel Pintor, directora y desde hace algunos meses intérprete de esta obra, reivindica la necesidad de entidades que den oportunidad a textos y autores nuevos, que muestren un rostro renovado de un teatro que no tiene porqué ser siempre el mismo.
“Camas y mesas” nos habla del amor, de los diferentes tipos de amor que conjugamos en nuestro día a día, de las barreras que este amor ha de superar mientras sobrevivimos intentando convencernos de que el amor de verdad nos mira desde los ojos de la persona con quien amamos...
Hemos charlado con Isabel Pintor:



Pregunta: “Camas y Mesas” es una obra en la que el amor se muestra tal y como es, rompiendo quizá el mito de las películas de Hollywood, por las que a menudo concluimos que lo que quiere el ser humano es “enamorarse como en una película”...


Isabel Pintor: Sí, verdaderamente plantea dos tipos de amor, o dos tipos de personas que se plantean el amor de una manera absolutamente romántica e idílica, que a menudo coincide con el modo en el que lo viven las mujeres y por otro lado, los que se lo plantean de una manera más práctica e incluso tras haber tenido algunas experiencias en el amor muy negativas o muy frustrantes, deciden ser unos cínicos y determinan que nunca más van a abrir la caja de Pandora y se van a dejar envolver por los efluvios del amor, y van a ser personas frías y calculadoras, entonces se plantea cuál de los dos tipos de amor es el que realmente deberíamos elegir para que nuestra vida no fuera un desastre y un drama continuo... Y eso lo plantea de una manera no exactamente cómica, porque lo hacemos de una manera muy natural, para que la gente se vea reflejada y cuando ves reflejado lo patéticos que somos cuando nos enfrentamos a una situación de amor o de pareja en la que nos creemos que se va a acabar el mundo, hasta qué punto somos tontos y patéticos... Nosotros plasmamos eso, entonces el público, al verlo desde fuera se siente tan identificado, siente que en algún momento de su vida se ha comportado como alguno de los cuatro personajes y ahí es cuando aparece la comedia, pero no es una obra pretendidamente cómica, de hecho nosotros a la hora de trabajarla, durante los ensayos, lo vivimos como algo muy serio y cuando estrenamos y la gente empezó a reír... no sabíamos bien de qué se reía... Claro, se reían porque se veían a sí mismos y descubrían que en algún momento de su vida habían sido así... Visto desde fuera, el amor, como dice alguno de los personajes... “¿Por qué soy tan patético, por qué el amor me hace sentir tan patético?...

Pregunta: Hablas de dos tipos de amor, pero no sé si en el fondo es el mismo amor... Porque suele pasar que el que con más firmeza se niega a abrir “la caja de Pandora”... La acaba abriendo de par en par...

Isabel Pintor: Sí, desde luego, basta que lo digas para que te pase... Obviamente... Aparte que la postura “no me voy a volver a enamorar o no voy a perder los papeles de esta manera”... la verdad es que la vida sería un aburrimiento si... La chispa de la vida está ahí, si no te permites a ti mismo que te pasen esas cosas... qué aburrimiento... Lo que ocurre es que hay que saber perder, hay que saber tomárselo con cierto sentido del humor, no hay que obcecarse tanto en el amor, que a veces nos volvemos locos y nos hace sufrir demasiado...

Pregunta: ¿Si no nos volviéramos locos, no sería amor?


Isabel Pintor: Sería otra cosa (risas)... También la función plantea cuál es el verdadero amor, si el amor a los amigos, o el amor a la pareja... Los personajes, son dos parejas, una heterosexual y otra homosexual, y uno de los chicos de la pareja homosexual y la chica de la pareja heterosexual son íntimos amigos, de toda la vida... entonces, hay momentos en los que no sabes muy bien, cuál es el verdadero amor, el que ella siente por su amigo de toda la vida o el que siente por su pareja, hay veces que piensas que casi es más grande y dura toda la vida, el amor a los amigos... es más auténtico ese amor... el amor a la familia, a los amigos... aunque a lo mejor no es tan pasional, tan cegador... O el amor a la pareja que muchas veces termina... También la función plantea diferentes tipos de amor, aparte del amor de pareja que los hay y que son tan bonitos como el amor a la pareja...

Pregunta: Al hilo que de lo que comentas, ¿queremos más que amamos. Llegamos a Amar alguna vez?...

Isabel Pintor: Claro, es que a veces cuando queremos somos tan egoístas... cuando la cosa se convierte en “necesito”, “quiero algo”, “si no obtengo esto no soy feliz”... Creo que ahí es cuando comienzan los problemas... porque quizá la otra persona no quiere lo mismo que tú, a lo mejor quiere ir a otro ritmo o quiere a otra persona directamente... Yo creo que amar de verdad, el amor de verdad, que también se plantea en la función... ¿qué es el amor de verdad?... Ojalá lo supiéramos... habrá budistas que digan que el amor a Dios es el verdadero o el amor a tu familia... pero claro, yo creo que el amor de verdad es el que ama sin pretender o exigir recibir nada a cambio... Y eso es tan complicado...

Pregunta: También planteáis si en el amor de pareja es más importante la fidelidad o la lealtad...


Isabel Pintor: Sí, exacto... En un momento dado un personaje le dice a su pareja “¿Cuándo te he pedido fidelidad, lo único que te he pedido es que respetes mi intimidad?” Ahí es cuando uno de los miembros de la pareja rompe la intimidad de otro, espiándolo... entonces, para su pareja eso es mayor traición que si le hubiera sido infiel... Con lo que también se plantea qué es ser infiel, es poner los cuernos o es abusar de la generosidad de tu pareja, meterte en un campo de tu pareja que es secreto, íntimo... Para mí, como directora, el tema principal de la función es cómo el pasado de las personas puede, a veces, nublar el presente, cómo tu pasado puede provocar que tu pareja se obsesione, que no respete ese pasado, que pretenda que no hayas tenido vida hasta que lo has conocido... Todo lo que tiene que ver, sobre todo a ciertas edades, cuando necesariamente tienes un pasado, que no es tu primera pareja, sino que ya has tenido varias, cómo eso obsesiona... cómo eso obsesiona a tu pareja presente, si sigues acordándote de tus ex novios, si acaso sigues queriéndolos... Entonces, claro que sigues queriendo a personas que han formado parte de tu vida... Y cómo manejas eso, cómo manejas tu amor a alguien que forma parte de tu pasado, pero que de alguna manera sigue siendo parte de tu vida porque no lo puedes borrar de un plumazo y cómo las personas que aparecen nuevas en tu vida, tienen que aceptar eso y asumirlo, e incluso sentirse orgullosos de que a pesar de haber tenido otras experiencias anteriores, tú quieres estar con esa nueva persona que aparece en tu vida...

Pregunta: Por lo que vemos “Camas y mesas” podría ser un exhaustivo estudio y análisis de los sentimientos...


Isabel Pintor: Yo creo que sí y lo hace de una manera muy divertida y con un humor muy inteligente, por parte del autor, Emilio Williams, que es un autor muy joven, poco conocido en España, porque él ha estado casi todo el tiempo viviendo en Estados Unidos, de hecho esta obra está escrita primero en inglés y habla sobre la vida en Nueva York, está todo el rato haciendo referencias a Nueva York y aunque el tono es muy de comedia, profundiza muchísimo; creo que no está reñido lo uno con lo otro, parece que a veces cuando vas a al teatro a ver una comedia, se convierte en un chiste detrás de otro... Tú puedes estar contando algo muy profundo y hacer reír a la vez... Y yo creo que ése es el acierto de “Camas y mesas” porque hace que la gente salga... Van muchas parejas, cada vez nos hace más gracia ver que vienen parejas a ver la función... Y después comentan la jugada porque la función de mucho de sí... la función tiene muchas versiones posibles, la gente que la ve de repente te dice cosas que ni a nosotros se nos había ocurrido, siempre hay alguien que está a favor de uno de los personajes y en contra de los otros, pero nunca es el mismo... Ahí se ve cómo cada persona da su versión de la función, eso es lo bonito, se plantean cuatro tipos de personas sin decantarse por ninguna de ellas...

Pregunta: ¿Cómo llegó esta obra a tus manos y cómo surgió la oportunidad de dirigirla primero y después también interpretarla?


Isabel Pintor: Fue de una manera muy casual, como son muchas veces las cosas, porque yo soy actriz, había dirigido una cosita hacía poco tiempo, fui a ver una lectura de “Camas y mesas” a la SGAE y me enamoré de la función. Sólo con la lectura, me dije que quería dirigirla porque hablaba de cosas que me tocan tan de cerca que pensé que podría poner a los actores en el punto emocional para hacer esto... Y entonces, de repente, el autor se enteró de que me encantaba la obra y de que me encantaría dirigirla y me lo propuso... y claro, le dije que sí (risas) Con lo que, en un “impass” que tenía como actriz, la dirigí y esto fue hace ya más de un año, en marzo de 2010 y entonces, hace unos pocos meses, la actriz Marta Rubio, tuvo que dejar la función y nos vimos en la tesitura de sustituirla... Y en lugar de buscar a alguien nuevo y empezar de cero, pensamos que yo también era actriz, que conocía la obra... Y además, por edad y por todo podría hacerlo... y dije “venga, lo hacemos” (risas) No fue un proceso de interpretar y dirigir a la vez, cos que me hubiera dado bastante respeto, sino que fue una cosa de primero dirigirla, y después hacer una sustitución, cosa que muchos directores-actores hacen, porque se ven en ese tipo de situaciones... Han de salvar la función porque de repente un actor se cae... Y el director, dice, “lo hago yo”, cuando un director es actor, que hay bastantes casos... En el momento se me hizo raro tener que interpretar algo que había dirigido yo misma, tuve miedo de estar mirándome continuamente desde fuera y dirigiéndome, cosa que es horrible hacer y a veces un actor lo hace... pensé “¡Qué esquizofrenia!”... tenía ese miedo, y la verdad es que al final ha resultado una experiencia muy enriquecedora para mí, lo estoy pasando genial, es una función muy agradecida para los actores y estoy encantada...

Pregunta: ¿Cómo habéis vivido el salto de las salas alternativas al teatro comercial. Toda esta trayectoria tan sorprendente e inesperada?

Isabel Pintor: Sí totalmente; nuestra idea era una producción pequeña, que no pensábamos que iba a tener mucho recorrido. Cuando se estrenó en la Sala Triángulo y empezó a tener bastante aceptación, no sólo el público de la sala propiamente dicho, sino más gente... llenamos durante bastante tiempo allí y después ellos hicieron bolos por bastantes plazas de España y volvimos a Madrid a una sala pequeñita unos días, y allí nos vieron las personas que dirigen el Teatro Arenal y de repente se enamoraron de la obra y nos llamaron porque querían programarnos en la Sala Pequeña del Arenal, donde se hacen cosas... Mira, creo que es el único teatro que a pesar de ser comercial, apuesta por propuestas arriesgadas, no comerciales en el mal sentido de la palabra, sino que pretenden hacer pensar a la gente, no sólo el “jijijuju”, sino “te estamos contando una historia” sin demasiada parafernalia o demasiados medios, sino con lo más importante que es un texto y un actor y últimamente las cosas que se están haciendo, sobre todo en la sala pequeña del Arenal apuestan por eso, por textos nuevos de gente nueva con mucho talento y con actores que a pesar de no ser famosos o conocidos por el gran público tienen mucho que ofrecer también.

Pregunta: ¿Crees que son necesarios teatros, entidades como en este caso El Teatro Arenal, que apuesten por otra forma de entender el teatro?


Isabel Pintor: Jo... Claro, de hecho me parece que sin esa oportunidad es imposible que a los actores jóvenes y a los dramaturgos jóvenes se les dé una oportunidad... Y claro, las salas alternativas están tan restringidas, hay tan poca gente que accede a ellas, porque no hay una difusión muy grande, no tienen publicidad, no tienen presupuesto, no tienen subvenciones, no tienen prácticamente nada... entonces, para el gran público... la gente no se entera... A mí me da mucha pena que de más de mil obras que se hagan en las salas alternativas durante un año, sólo una pueda dar el salto a la sala pequeña del CDN o a la sala pequeña del Arenal, en nuestro caso... nosotros hemos tenido suerte, pero todas esas obras que se han quedado en el cajón ... estoy segura que mucha gente iría a verlas, pero es que ni se enteran de que existen o quizá no les llama la atención porque no hay actores conocidos... La verdad es que es una pena... debería haber más salas como ésta porque es una manera de renovar el teatro, porque mucha gente dice que va al teatro y se aburre, pero claro, es que si estás viendo una cosa que estuvo de moda hace treinta años... Es que muchas veces son como las mismas obras de teatro que vuelven y vuelven... Jo, vamos a dar oportunidad a autores nuevos, que no piense la gente que los autores nuevos no tienen nada que ofrecer o peor aún, que no hay... A veces escuchas el comentario de “no hay dramaturgos jóvenes”... cómo que no, claro que hay, lo que pasa es que nadie los conoce ni se interesa por ellos.

Pregunta:... Nadie los conoce, nadie se interesa por ellos... ¿No crees que también el público es responsable de ello. No crees que el público se ha acomodado en una posición conformista?

Isabel Pintor: Sí, hombre... la verdad es que, claro, es que la gente a la hora de gastarse un dinero, si ya viendo la tele se conforman con lo que les ponen y tienen que tragarse cosas que en el fondo... tú le preguntas a la gente sobre lo que está viendo y te responde que es que no hay otra cosa... ¿cómo que no?... entonces claro, los programadores no ponen otra cosa porque piensan que la gente no va a querer otra cosa, pero yo creo que la gente sí quiere otra cosa, lo que ocurre es que también hay que invitarles, convencerles... si pretendemos que la gente se vuelva loca buscando una obra de teatro para pasar un fin de semana, que se tire horas y horas investigando qué obra de teatro merece la pena...

Pregunta: Es pedir mucho ¿no?


Isabel Pintor: Claro, no sólo queremos que vengáis sino que os estudiéis la cartelera de arriba abajo, que os compréis dieciocho revistas y que luego digáis qué obra queréis ir a ver... Igual es pedir demasiado a la gente que lo que quiere es pasar un buen rato y ya está. Entonces, irá a ver lo que vea en todos los autobuses, en todas las marquesinas... la obra con la que estén torpedeando más en todas partes... Y sí, hombre, hay gente que se esfuerza más y gente que se esfuerza menos... Y claro, también hay gente que sólo va a ver a las caras conocidas, el morbo que provoca ver al que sale en la tele, en vivo y en directo... pero me niego a pensar que la mayoría de la gente se conforma con eso... Es que sino... qué depresión... Lo que ocurres es que hay que invitarlos, hay que convencerlos... hay que hablar de “Camas y Mesas” en las revistas, en las radios para que la gente sepa que existimos, porque sino cómo van a dar ellos con nosotros, si nosotros no damos con ellos...

Pregunta: Volvemos a “Camas y mesas”. El título me parece muy sugerente.¿Son acaso los dos planos en los que el amor se mueve a partes iguales?

Isabel Pintor: La verdad es que lees el título y dices “¿esto de qué va?” Porque así a primera vista crees que no tiene absolutamente nada que ver con el amor, pero claro, hablando con el autor, él llegaba a la reflexión de que en todas las situaciones importantes de la vida, tanto del amor como de la amistad, de las relaciones humanas... siempre hay una mesa o una cama de por medio... Y la verdad es que es totalmente cierto, entonces lo de “Camas y mesas” en plural, es porque en la función aparecen decenas de camas y decenas de mesas distintas, donde los personajes están y donde sus relaciones fluyen o no... Todo esto claro, creado con muy poquitos elementos, porque no tenemos presupuesto como para meter veinte camas distintas... que también tendría muy poca gracia, pero también sería una opción...

Pregunta: Pero el teatro es imaginación...

Isabel Pintor: También es cierto... Pero las grandes escenografías que siempre se han hecho... Aunque esta función no tendría sentido hacerla con un gran presupuesto, porque también el autor propone hacer una especie de guiño de teatro dentro del teatro y hace alusión literalmente al teatro de la escasez y de repente los personajes salen del texto y son actores y hablan con el público incluso... Es decir, que el autor apuesta desde el principio a hacer la función al desnudo, sólo lo importante en el teatro... Una buena interpretación y un buen texto, con eso puedes hacer maravillas, sin necesidad de parafernalias... Y eso a la gente le gusta. Las grandes escenografías imponen mucho, pero yo creo que la gente se acaba cansando y verdaderamente el teatro apela a la imaginación, porque si no es así, te vas a ver una película y ya está.

Sofía Basalo.

viernes, 2 de diciembre de 2011

... PATXI FREYTEZ. (Enero 2011)



Uno de los textos menos representados de Calderón de la Barca ha sido uno de las propuestas más atractivas en las navidades de la capital. “El Galán Fantasma”, bajo la actual mirada de Mariano de Paco ha permanecido durante casi veinte días en los Teatros del Canal. Rostros conocidos y nombres asentados en el teatro clásico han dado vida a los personajes creados por el gran autor español. Hemos podido charlar con el protagonista de este enredo, con el actor que ha dado vida a “Astolfo”, el galán que “burla” a la muerte con tal de vivir su amor, Patxi Freytez:

Pregunta: Has comentado que “El galán fantasma” es un espejo donde nada es lo que parece. ¿La sociedad misma es otro espejo, esta vez mayor y real?

Patxi Freytez: Yo creo que sí; creo que definitivamente ninguno somos lo que realmente parecemos. En la vida en la que vivimos, entre otras cosas, porque no nos queda más remedio si queremos sobrevivir. Si todos fuésemos como realmente somos, a muchos, seguramente no les iría tan bien como les va. En el caso de Calderón, porque él tenía su propia visión del mundo como dejó bien claro en sus grandes obras metafísicas, en sus dramas, en sus comedias... en las que ni los galanes son tan amantes incondicionales, ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos; por eso pienso que ni el galán es tan galán, y en esta función nadie es lo que parece ser.

Pregunta: ¿Cómo ha resultado esta experiencia. Cómo ha sido el hecho de enfrentarse al verso de un Calderón tan distinto y tan poco representado?

Patxi Freytez: Sí, que yo sepa la hizo José Luis Alonso en los años sesenta y desde entonces no la ha vuelto a hacer nadie. Para mí ha sido una experiencia tremenda, como actor, primero porque jamás había hecho teatro clásico y cuando me lo ofrecieron, fue una decisión que tuve que tomar de una forma muy seria, porque sinceramente, a pesar de que tengo la autoestima bastante alta, porque tengo mucha confianza en mí mismo, estaba pisando territorio desconocido, no sabía si lo iba a hacer bien, pero como yo soy un navarro “echao p’adelante” y soy de la ribera, me dije “venga”... Y al final resulta que fui capaz, creo que lo hago de una manera de una manera bastante decente para ser novato y encima me estoy divirtiendo como hacía mucho tiempo no lo hacía.

Pregunta: Supongo que hasta llegar a la diversión el camino del verso ha sido complejo...

Patxi Freytez: Bastante menos de lo que me imaginaba, aunque también he tenido la suerte de que en he tenido compañeros que ya llevaban mucho verso a sus espaldas, que me han ayudado muchísimo... Manuel Navarro que fue quien originalmente estrenó el espectáculo, lo que ocurre es que al poco del estreno, se tuvo que marchar a Colombia, y a mí me llamaron corriendo... entonces, en dos tardes donde me dijo más o menos cómo funcionaba la cosa, más la ayuda que tuve de Manuel Gallardo que ha hecho todo el clásico del mundo y más y de Juan Calot... entre unos y otros sacamos la historia adelante y creo que la cosa está más que decente...

Pregunta: ¿El hecho de que se trate de una obra poco representada os ha proporcionado una mayor libertad a la hora de interpretarla, de llevarla a escena?

Patxi Freytez: Supongo que sí. La verdad es que la propuesta de Mariano era bastante arriesgada; pues lo único que conserva clásico es el vestuario, la manera de decir el verso y poquito más, porque incluso los gags, el humor, tienen hasta un cierto sabor contemporáneo. Él decía al principio que quería intentar inspirarse en personajes de cómic para intentar quitarles esa especie de solemnidad que tienen los personajes de teatro clásico y bajarlos a la tierra. Yo creo que en ese sentido se ha logrado porque vemos que efectivamente los personajes son cercanos al público y éste se identifica enseguida con ellos y eso quiere decir que no los ven desde el olimpo de los grandes personajes clásicos... sino que los ven como personajes que casi casi pueden llegar a tocar.

Pregunta: Hace dos temporadas más o menos interpretabas “La importancia de llamarse Ernesto” otro clásico también pasado por el tamiz de la actualidad... ¿Consideras necesaria esas revisiones, algún purista puede decir que te estás especializando en ellas?

Patxi Freytez: Creo que hay que hacer cualquier cosa que nos pinte una sonrisa en la boca; porque con los tiempos con los que estamos viviendo, creo que todo lo que sea hacer que la gente se ría, se divierta, se olvide de los problemas, es positivo... Sinceramente, pienso que es más necesario que nunca hacer comedia, creo que es más necesario que nunca reírnos de nosotros mismos, pero si de paso también podemos aprovechar y señalar con el dedo a algunas personas, pues mejor que mejor (risas)... pero sobre todo estimo que es momento de reír, porque lo necesitamos en lo más profundo de nuestros corazones.

Pregunta: ¿A quién señalarías tú?

Patxi Freytez: Yo señalaría sin ningún tipo de reparo, no a los políticos, porque estos políticos que tenemos son unos pobrecitos desgraciaditos que no tienen ni “puta” idea de nada... Son unos pobrecicos que les dicen lo que tienen que hacer y ellos como cordericos dicen: “Sí Wana, Sí Wana”... Hay que señalar a unos señores que manejan esas grandes firmas comerciales que no tienen el más mínimo reparo en pactar con gobernantes corruptos, que roban a costa de sus pueblos y que luego no tienen el más mínimo problema en guardar el dinero que roban a sus países en bancos, en los que también nosotros guardamos nuestros ahorros... la diferencia es que nosotros guardamos unos ahorros que nos cuesta mucho trabajo ganar, y esos otros dineros que los bancos guardan, son dineros que expolian esas grandes compañías... a países en desarrollo... y de una manera absolutamente salvaje y cruel... A esos son a los que hay que señalar con el dedo... y creo que esta crisis nos va a servir para darnos cuenta de dónde está el verdadero enemigo... o eso creo yo...

Pregunta: ¿Sí? Fíjate, yo... no lo creo del todo...

Patxi Freytez: Es que creo que o pasa eso... o... es que nos queda muy poquito... Realmente nos queda muy poquito... Ya nos están avisando, vivimos como si fuéramos seres infinitos en un planeta finito... Dicen “Hay que volver a recuperar la economía que teníamos antes de la crisis” pero vamos a ver, si la economía que teníamos antes de la crisis era absolutamente salvaje... estábamos consumiendo cinco veces más de lo que realmente necesitábamos... lo que quiere decir que estábamos exigiéndole a la tierra una materia prima que no necesitábamos y esa materia prima es finita; si volvemos otra vez a lo mismo y encima, cada vez somos más, cada vez necesitaremos más y más, eso crece exponencialmente y lo siento mucho pero sólo tenemos un planeta... y nos están avisando y lo llevan haciendo desde hace mucho tiempo “esto se acaba”... pero como somos seres humanos totalmente cortoplacistas, nos importa una “mierda” lo que pase dentro de cincuenta años... Así nos va a lucir el pelo...

Pregunta: Sí, somos un poquito egoístas...


Patxi Freytez: Sí, pero luego también lo pienso y digo, bueno, es que la naturaleza es así... vamos camino de la extinción porque es así, “este ser humano va camino de la extinción, sobrevivirán los que estén más preparados para ello, y sobre estos nacerá una nueva civilización y así sucesivamente”... es la única lógica que le encuentro a todo esto (risas)

Pregunta: Volviendo al teatro, aunque no sé si hemos salido de él, ya que al fin y al cabo es o debe ser espejo de la realidad...

Patxi Freytez: Absolutamente, ésa es su principal y fundamental función...

Pregunta: Principal y fundamental... ¿puede que se esté perdiendo?


Patxi Freytez: No, creo que no. Además, actualmente no hay una gran crisis en el teatro, la gente sigue yendo al teatro. De lo que me doy cuenta, es que antes la gente salía a cenar, iba al teatro y luego seguía de copas; ahora o cenan en casa y van al teatro o dejan las copas, pero al teatro sigue yendo la gente... Mientras lo que ofrezcas sea algo que realmente sirva para pensar o sirva para la diversión, la gente seguirá yendo a verte... la gente sigue teniendo la necesidad de ver a una persona emocionarse, reír, llorar... delante de ella... quizá esto es lo único que nos recuerde que todavía seguimos siendo seres humanos, en muchas ocasiones.

Pregunta: Antes de “El Galán Fantasma”, el título con el que debiste llegar a Madrid fue “Luz de gas” ¿Qué pasó. Sigue siendo importante llegar a la capital o no tanto?

Patxi Freytez: “Luz de gas” fue un proyecto que empezó con muchas ganas pero... fue un cúmulo de pequeñas desgracias, problemas de fechas, presupuestarios... fueron muchas cosas que confluyeron en un determinado momento y que hicieron que “Luz de gas” se quedara allí, de hecho se hicieron cuatro bolos... nos dio mucha rabia porque esos cuatro bolos fueron cuatro éxitos rotundos... funcionó muy bien, pero por esas extrañas carambolas de la vida, la cosa se quedó ahí... pero bueno, creo que hay posibilidades de que las luces de ese gas vuelvan a encenderse (risas)

Pregunta: ¿Qué es más importante o más complicado si prefieres, entrar en Madrid o conseguir esos bolos?


Patxi Freytez: Hoy en día todo es muy difícil. Entrar en Madrid es muy difícil, porque primero, a los empresarios de Madrid lo único que les interesa es correr el menor riesgo posible e ingresar la mayor cantidad de dinero posible; entonces, la calidad del espectáculo que sea, es una cosa que no les importa demasiado, son empresarios y un empresario es una persona a la que lo único que le interesa es meter dinero en la buchaca, ¿por qué? Porque son muchos salarios que pagar, tienen muchas facturas que pagar... y una empresa se monta para ganar dinero, punto. De hecho, no hay más que ver, desde que ha empezado la crisis, la cartelera de Madrid... cómo la calidad ha bajado de forma exponencial... te habrás dado cuenta...

Pregunta: Sí, la verdad es que resulta complicado ponerle tres o cuatro estrellas a un espectáculo... De hecho quería comentarte, no hay crisis en el teatro con respecto al público que va a ver un título, pero sí la hay en cuanto a calidad, riesgo, iniciativa...

Patxi Freytez: Sí lo es. Efectivamente lo es. Creo que ahora puedes encontrar proyectos mucho más interesantes, yendo a una sala alternativa que viendo la cartelera de Madrid, donde claro hay proyectos que puedes salvar, hay proyectos interesantes, porque los hay... pero si desde luego, lo que estás buscando es riesgo en la cartelera de Madrid y sobre todo en los teatros privados difícilmente lo vas a encontrar... eso en Madrid, y fuera de Madrid... qué quieres que te diga... están los ayuntamientos “pelaos”... De hecho, fíjate, soy de la opinión de que esta crisis va a servir para hacer una criba tremenda... pienso que las compañías, las empresas más pequeñitas desgraciadamente muchas de ellas, se van a quedar por el camino, las empresas intermedia, creo que van a intentar aguantar el chaparrón y algunas pasarán y otras caerán... y las empresas gordas con muchos apuros y muchas apreturas conseguirán salir adelante entre otras cosas porque gran parte del mercado ya lo acaparan ellas... Entonces, claro, esto se pone duro para todos... para ellos, desde luego, no va a ser menos, pero para las compañías intermedias y para las pequeñas va a ser una auténtica salvajada...

Pregunta: Hablabas de ayuntamientos... hace poco una actriz criticaba, con acierto estimo, el error que cometían los consistorios “pelaos” como están, intentando ahorrarse un dinero, al elaborar una programación de recintos profesionales (teatros, obviamente) repleta de trabajos hechos por compañías de aficionados... Yo lo estoy viendo en la localidad donde vivo...

Patxi Freytez: Correcto. Así es. Estoy totalmente de acuerdo. Es evidente que un ayuntamiento que no tiene un duro tiene la obligación de ofrecer a sus ciudadanos una programación, pero como no tiene dinero para hacerlo con profesionales, tiene que hacerlo con amateurs... eso está más claro que el agua. De todas maneras, también es que, esta crisis está sirviendo para que haya muchas cosas que estén saliendo a la luz; una de ellas, es la cultura del “gratis total”... acostumbrar a la gente a ir al teatro a ver compañías profesionales por seis o tres euros... hombre, eso está muy bien, cuando nadamos en el dólar, cuando todos somos ricos y tenemos mucho dinero... Eso lo podrán hacer otros países como Alemania, Francia... pero nosotros desde luego no podemos hacerlo, porque un espectáculo cuesta mucho dinero producirlo... hay que pagar sueldos, la gente tiene que comer y desde luego si todo está subvencionado, en el momento en el que la subvención desaparece a la gente le dices que tiene que pagar veinte euros por ver a una compañía profesional y la gente no quiere... porque está acostumbrada a pagar cinco euros, por ejemplo.... Obviamente no va “ni Dios”... Eso es otro tremendo problema que tenemos, muy gordo...

Pregunta: No sé si esto refleja nuestra falta de cultura... pues no se paga esa cantidad, veinte euros, porque “se nos ha enseñado” que lo que vamos a ver, el espectáculo que vamos a ver “no tiene ese valor. No vale ese precio”...

Patxi Freytez: Es muy posible, pero tal vez sea porque eso es lo que, durante mucho tiempo, les hemos enseñado... Y es que lo que hay que subvencionar es la creación, pero no la exhibición. Obviamente, si no hubiera existido Shakespeare, por qué escribió todo lo que escribió... porque Shakespeare tuvo un rey y unos nobles que se encargaron de que ese señor se dedicara a escribir... y por qué ha existido el arte y la cultura durante tanto tiempo... porque ha habido mecenas que se han dedicado a decir “usted se va a dedicar a pintar, usted a escribir...” Gracias a eso tenemos lo que tenemos. Evidentemente a los autores, por supuesto, hay que ayudarles a crear, porque hacer una película cuesta mucho dinero, hacer una producción también cuesta mucho dinero, pero cuando la cosa ya está hecha, hay que pagar por ella su justo precio, pienso yo... Pero parece que durante muchos años no lo hemos entendido así y ahora nos van las cosas como nos van...

Pregunta: Has hablado de cine... En algún medio de comunicación has manifestado que la industria española del cine es raquítica y endogámica...


Patxi Freytez: Sí, absolutamente. Tenemos una industria raquítica en el sentido de que es realmente difícil... es como la televisión, es muy complicado que salgan cosas muy nuevas, muy originales, muy rompedoras... Por ejemplo, quién se puede permitir en España hacer películas que no sean muy taquilleras... poca gente; excepto los que saben que más o menos con los cuatro protagonistas que va a tener esa película y con el nombre del director, cuatro cosas más y sabiendo que la han vendido a una televisión, ya saben que han recuperado el dinero... pero si no, realmente es muy difícil hacer cine en este país. No hay una industria lo suficientemente diversificada donde además de las grandes, estén las pequeñas y las medianas y sirvan para hacer productos menos mayoritarios... Es como la televisión, en EEUU por ejemplo, hay series de televisión donde uno se queda con la boca abierta... en España, tú ves lo que hay y te quedas... en fin, empezando porque aquí, una serie de televisión se empieza a grabar y en función de cómo vaya la cosa, qué personajes gusten más o menos, la serie va por un lado o por otro; en EEUU no, en EEUU una serie se concibe como un producto, con un principio y un final, como tal se rueda y como tal se entrega a la productora... Aquí no, aquí hay tantos factores que tienen que ver, que dices... es un poco triste, desde mi humilde punto de vista.

Pregunta: Y aún así, tu popularidad te llega con la televisión y con la serie “El comisario” donde permaneciste ocho años...

Patxi Freytez: Sí, lo que ocurre es que yo empecé a trabajar muy tarde, empecé con 32 años. Hasta esa edad fui carne de compañía deficitaria, de sala alternativa, de recorrer pueblos, de hacer teatro infantil...

Pregunta: Pero quizá sea ésa una gran escuela...

Patxi Freytez: Seguramente sí, porque te acostumbras a pasar hambre. En esta profesión es muy importante saber lo que es no tener un puto duro, porque esta profesión es muy ingrata, tú puedes estar arriba del todo y a los cuatro años estar muchísimo más abajo y luego unos años después volver a estar arriba, otra vez... todo esto porque vivimos en una sociedad que consume gustos y tendencias a la misma velocidad con que las suelta... yo por ejemplo, fíjate, recuerdo, antes de entrar en El Comisario, venía de hacer una serie que se llamaba “Ellas son así” que produjo Trueba, con María Barranco, María Adánez, Maribel Verdú... de allí pasé a hacer El Comisario y me tiré ocho años... cuando salí de esta serie, resulta que todo había cambiado totalmente, uno estaba metido en esa burbuja donde claro, como te acostumbras al pesebre, a que te pasen el dinerito todos los meses, estás ahí, cómodamente instalado, a gustito, haciendo tu temporadita año tras año... cuando salí de allí, realmente me di cuenta de que quienes producían hace ocho años, ya no estaban, que estaban otras personas que no tenían nada que ver con los anteriores... que el sitio que tú ocupabas hace ocho años ha desaparecido por completo, que habían aparecido otras hornadas de actores, que los motivos por los que antes se contrataban a los actores ahora ya no valen, el actor que está de moda es de otro tipo... cuando salí de El Comisario me quedé con la boca abierta, diciendo “madre mía dónde estoy”... cambia todo tan deprisa...

Pregunta: Como empezar de nuevo...

Patxi Freytez: Sí, por eso te digo que conviene acostumbrarse a, en esta profesión, estar arriba y abajo, porque nunca sabes dónde vas a acabar...

Pregunta: Quizá por ello sin vocación es complicado dedicarse a la interpretación...

Patxi Freytez: Está clarísimo... Cuando estaba en El Comisario, igual que la mayor parte de mis compañeros, todos hacíamos teatro... era una paliza descomunal, compaginar el plató con el teatro... agotador... sin embargo, ninguno podíamos dejar de hacerlo, ni Juanjo, ni Marcial... todos estábamos de un modo u otro, ligados porque necesitábamos sentirnos actores de alguna manera; no es que no lo fuéramos en la serie... pero el teatro tiene algo que no lo tiene nada más... y gracias a eso, a que cada año empalmaba función con función... fíjate casi echo de menos la televisión por la tranquilidad de la cuenta corriente que por la satisfacciones que me da a la hora de actuar y eso que no me puedo quejar, porque El Comisario era una de las series más dignas y espléndidas que se han hecho en este país... porque luego ves las cosas que se hacen ahora y menos mal que nos hemos dejado ya de hacer comedias de éstas graciositas y nos hemos puesto ya con temas un poquito más serios... me refiero a que ahora nos ha dado a todos por ponernos muy de época y bueno, lo celebro, porque ya estaba bien de tanta comedia española y tanto policía y tanto bombero y tanta ambulancia y tanto... ya me entiendes...

Pregunta: ¿Cómo evalúas tu camino en la interpretación?


Patxi Freytez: Yo me considero un obrero de la interpretación, siempre lo he visto así. Mi trayectoria... bueno, fui un actor que tuve la buena o mala suerte de empezar protagonizando (siendo un tremendo desconocido) una película de Isabel Coixet, (A los que aman) y eso te da una proyección absolutamente tremenda y que en cierto modo te hace perder la noción de la realidad y el saber realmente dónde estás; porque yo, durante siete años, fue una vorágine de cine, películas, series, televisión... hasta que acabé en El Comisario, esos ocho años, y ahora digamos que he aterrizado; ahora es cuando me estoy dando cuenta de dónde estoy y bueno, pienso que ha sido una trayectoria muy fructífera porque me ha hecho crecer mucho más como persona que como actor, mucho más ¿eh?. Como actor creo que soy bastante resolutivo y eficaz. No me considero ninguna maravilla en ninguno de los géneros, pero sí creo que soy un actor que cumple y, sobre todo, que no da problemas. Soy buen compañero, soy una persona solidaria trabajando y sobre todo, no doy problemas... e igual me da hacer clásico, comedia, drama... lo que sea... Yo me amoldo a todo, porque ante todo soy un obrero...

Pregunta: ¿Qué proyectos acaricias tras “El galán fantasma”?


Patxi Freytez: “El galán fantasma” todavía sigue. Tenemos un mes de enero muy movidito de bolos, el de febrero más todavía. Es que lo de esta obra ha sido una cosa asombrosa... cuando me dijeron que íbamos a hacer todos los bolos que hemos hecho, no me lo podía creer... tenemos bolos hasta abril, por lo menos...

Pregunta: Pues con el permiso de “Astolfo” ¿qué proyectos tienes entre manos?

Patxi Freytez: De teatro sí tengo algún proyecto. En cuanto “Astolfo” termine nos pondremos con “el nuevo”... y la televisión, depende de tantas cosas... de muchas cosas...

Sofía Basalo.